17 ene 2009

Recuperar el liberalismo

Recuperar el liberalismo
Joel Ortega Juárez
17 Enero 09

Recientemente, El Búho propuso, en un divertimento, construir el Partido Liberal Socialista, recupero aquí algunas ideas en torno al tema.

Las grandes batallas de mi generación, fueron casi siempre inspiradas en los ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Aunque muchas veces las negáramos y las desdeñáramos por “burguesas”.

Unas izquierdas acordes al siglo XXI deben recuperar el pensamiento liberal para renovarse.

Rompiendo con aldeanismos.

Como dijera un anarquista catalán: ser nacionalista irredento es ser idiota. Vaya si lo es.
Ya lo vivimos con Hitler, con el nacionalismo serbio, con el genocidio en Ruanda, con la criminal, y estos días terrible, absurda política de exterminio mutuo entre palestinos e israelitas. Nunca podrán justificarse los bombardeos del Estado israelita contra la población en Gaza.

Con tantas plagas contemporáneas de intolerancia, fundamentalismo, racismo y afanes imperiales de dominación como la de Bush en Irak, Afganistán. Como lo vimos también en los premonitorios sucesos de la banlieue francesa y luego extendidos a buen parte de la “avanzada” Europa, donde la exclusión a los migrantes, sumada a la incapacidad de éstos para integrarse a sus nuevas realidades, generó disturbios sin rumbo, llenos de ira de un lado y de políticas represivas fascistoides de lado del Estado francés.

O en las de sus antípodas del capitalismo desarrollado como Cuba, donde la demencia senil de un dictador evoca la tragedia narrada por Kosturica en su gran filme Underground. Encerrando a un pueblo entero con la coartada de hacerle frente al “imperialismo”.

Y en un grado diferente con nuestro “nacionalismo revolucionario” y su cortina de nopal de la que hablara Carlos Fuentes.

No comparto las políticas esquizofrénicas, las de las reservas mentales que combatió Palmiro Togliatti, consistentes en proponer “la combinación de todas las formas de lucha” como método para alcanzar el “paraíso” social.

No se puede mamar y dar de topes.

Estoy convencido de luchar por consolidar la democracia en México y en todo el mundo.
A pesar de sus perversiones y sus caricaturas.

No la considero una coartada para “acumular fuerzas” y luego arremeter contra el “Estado burgués” e implantar la “dictadura del proletariado”, cualquiera que sea el nombre que le pongamos a esa criatura será un adefesio contra la gente y a favor de las tiranías.

La historia no ha terminado.

La utopía seguirá siendo el alimento permanente de la lucha libertaria.
Publicado en Milenio

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