Puede decirse que tenemos dos procesos y dos tiempos o ritmos en el mismo espacio geopolítico. Venezuela, Ecuador y Bolivia emprendieron procesos de ruptura para sustituir un orden corrupto, decadente, elitista y dependiente, por otro constitucional que rescata para sus pueblos los recursos naturales, premisa de una nueva política de desarrollo nacional cuyo objetivo es el fin de la pobreza y de la desigualdad extrema que marcó la vida de esos tres países en las últimas décadas. Ya Brasil, con Uruguay y en cierto modo Paraguay y Chile, vivían procesos de transición y cambios continuos y parciales, sin rupturas pero con objetivos idénticos, tamizados por la situación económica, la correlación de fuerzas de cada país y la abismal diferencia de la política y la economía brasileña con respecto a los demás países del Cono Sur. En otra escala, Argentina vive los dos procesos, de rupturas y de reformas.....
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