Qué está en juego en la elección de este domingo en el PRD
René Arce Islas
11-julio-07
René Arce Islas
11-julio-07
El Partido de la Revolución Democrática es la principal fuerza política de izquierda en México que busca la transformación del país, pues plantea una verdadera alternativa al modelo económico neoliberal, que ya mostró su agotamiento, basada en la democratización del país, la justicia y la equidad social. Desde su fundación, el PRD se ha enfrentado a un sin fin de procesos, internos y externos, que han repercutido tanto en sus fortalezas como en sus debilidades o problemáticas. Hoy, nuestro partido se encuentra en un momento crucial de su existencia, porque nos guste o no reconocerlo, atraviesa una crisis institucional.
El camino que seguirá el PRD para salir de esta crisis se definirá este domingo. El fraude cometido en contra del PRD, en las recientes elecciones presidenciales de 2006, polarizó las posiciones del partido en su interior, quedando dos visiones: una, plantea una tendencia a la confrontación y a la actitud contestataria que lleva irremediablemente a profundizar la crisis de organización y cohesión interna; la otra, propone asumir la responsabilidad de construir, con razones válidas y democráticas, un proyecto amplio de transformación del país y sus instituciones.
La importancia del X Congreso Nacional del PRD radica en dilucidar el camino a seguir entre estas dos posibilidades, de ahí su trascendencia. Cabe recordar que el Congreso Nacional es el máximo órgano de transformación y renovación de nuestro partido. Es el espacio idóneo para tomar decisiones importantes, cruciales y hasta radicales sobre su ser y su actuar. Hoy necesitamos replantear nuestra relación con el ciudadano, estructurar el proyecto de país que demanda la sociedad y las instituciones que se requiere transformar para hacerlo realidad. Para responder a los retos que tiene el partido con los ciudadanos y la sociedad, se plantean, primordialmente, dos opciones. La primera consiste en dotar al partido de una institucionalidad construida a partir del cumplimiento eficaz de sus documentos básicos y de sus normas internas. Ésta debería de ser la principal preocupación de todos, ante el evidente agotamiento del pacto que le dio origen a nuestro instituto hace más de 18 años. Sin embargo –y esta es la segunda opción– parece que no hay voluntad de ponernos de acuerdo para darle institucionalidad al PRD, y se prefiere hacer de éste lo que en la práctica ha sido desde hace tiempo: un gran frente de expresiones que funcionan como partidos dentro del partido. Incluso esta salida no resultaría tan mala si se establecieran mecanismos claros para la interacción, pues recordemos que existen experiencias en América Latina de que pueden ser una opción realista y exitosa, como en Uruguay. Si el PRD busca la transformación del país, debe ser coherente con este propósito y empezar por su propia transformación, porque así como está no envía un buen mensaje a la sociedad y en vez de sumarla a su causa provoca su distanciamiento.
El próximo domingo 15 de julio el PRD realizará un proceso interno para elegir a los candidatos que irán al X Congreso Nacional. Estas elecciones, que en un principio se habían minimizado, han cobrado trascendencia pues ya se entendió que hay una parte del partido que quiere que las cosas cambien para que todo siga igual y otra que pugna porque nuestro partido se transforme, que quiere que el PRD cumpla en su funcionamiento la legalidad democrática por la que tanto ha peleado en el país. La propuesta de Nueva Izquierda en el Distrito Federal es clara. Queremos transformar a nuestro partido, buscamos que se fortalezca su institucionalidad, que la legalidad y la democracia internas sean principios rectores, buscamos generar cambios en el partido no sólo para que los perredistas se sientan orgullosos de serlo, sino para que la sociedad, en general, se una a nuestras causas. Nueva Izquierda tiene una posición clara sobre la línea política que el PRD debe asumir para hacerle frente a los retos de la nueva realidad política del país y esa es la que defenderán sus delegados en el próximo Congreso Nacional, a celebrarse en agosto. En este espacio, en las siguientes colaboraciones, abordaremos los diez puntos de que consta dicha propuesta, en la que se plantean no sólo cambios al interior del partido, sino también en su relación con el gobierno y la sociedad.
Publicado en Crónica
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