5 ago 2008

La izquierda se vuelve conservadora

El último día de febrero de 2007, en el fragor de la discusión política, la concejal de Empleo de Madrid, del Partido Popular, (PP), Ana Botella, lanzó una singular acusación a su adversario político, Pedro Zerolo: “Usted no va con los tiempos”, le dijo. Las convicciones ostensiblemente conservadoras de Ana Botella habían quedado de manifiesto en numerosas ocasiones, sobre todo cuando ilustró el carácter antinatural de las parejas homosexuales con una frase que se hizo célebre: “Si se suman una pera y una manzana nunca puede dar dos manzanas, porque son componentes distintos”. Católica y casada con el ex presidente del Gobierno popular, José María Aznar, se la recuerda, en sus labores de primera dama, genuflexa ante el Papa de Roma con mantilla y peineta.

Por su parte, Pedro Zerolo, el acusado de “no ir con los tiempos”, es un joven de apariencia desinhibida e informal que pertenece al Partido Socialista (PSOE), donde desempeña el cargo de secretario de Movimientos Sociales. Ha declarado abiertamente su homosexualidad –lo cual sigue resultando excepcional en un hombre público– y estaba recién casado con su novio de varios años cuando tuvo lugar el encontronazo verbal con Botella. En la vida pública, no es simplemente un político homosexual, sino un icono gay. Podría considerarse a Zerolo un ejemplo de modernidad, liberalidad de costumbres afectivas o sexuales y tolerancia, mientras que Ana Botella pasa por ser una mujer tradicional.

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Enrique Krauze. La izquierda mexicana