
Conocí a Marcelino hace ya muchos años. En contra de lo que pueda parecer, mis relaciones personales con él, han sido buenas. Si en más de una ocasión hemos tenido desencuentros, estos jamás fueron personales, sino que correspondían a las diferentes prácticas de nuestros sindicatos sobre políticas de negociación, de consenso y de una cierta concurrencia en la ya evidente bipolaridad sindical, CC OO-UGT... Continúa...
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