3 dic 2008

De a montón

De a montón
Germán Dehesa
2 Diciembre 08




No quiero escribir. Tampoco estoy seguro de que quiera vivir. El holocausto de los Pumas me tiene inconsolable. Por si no estuviera ya rodeado de cruzazulinos bastante pesaditos, ahora Rosachiva, en plena infidencia, se declaró Rosacruz y aprovechó la coyuntura para despojarme de una importante cantidad que me apostó. La próxima vez voy a "Caliente" con tal de no tropezar con estas vivales, logreras y rémoras del deporte. En fin, que yo no tendría por qué estar escribiendo si tengo el corazón como ese "terciopelo ajado" del que habla Miguel Hernández. Para peor, ya comenzó diciembre. Salen niños hasta del drenaje profundo y señoras que pululan aullantes en pos de cualquier oferta, la que sea. La naquería mexicana ya está adornando las casas con trineos inflables, renos de plástico y Santacloses repulsivos. Sobre los muros de las casas ya hay miles y miles de foquitos y letreros de neón que dicen "Merry Xmas". La gente nada más no escarmienta. Todos se están confabulando para que el día 18 a las 20:00 hrs. comience el crepitar que anuncia el corto circuito que unirá con un cinturón de fuego a México, desde Tijuana hasta Punta Lagartos en Yucatán. Luego vendrá la tristísima tarea de recoger, como quien recoge chicharroncitos, los pedacitos negros de la laptop, la televisión, el microondas y todo lo que se rostizó con el megacorto. Mi sufrir apenas comienza. Las señoras todavía no se desmelenan del todo porque no ha llegado el aguinaldo y los señores y los niños todavía van a dedicar unos cuantos días a hacer como que trabajan; pero con esto basta para que su Charro Negro ya no se halle en esta ciudad que mi amigo Marce ha dejado como bombardeada.

En mitad de este tráfago, creo recordar que yo quedé de contarles acerca de mi encuentro con las fuerzas vivas de la izquierda mexicana. Bromas aparte, creo que todos entendemos lo importante que es para México tener una izquierda eficiente, participativa y propositiva. La noche era fría, pero el recibimiento de Agustín Basave, provocador del encuentro, Jesús Ortega, Graco Ramírez, Jesús Zambrano y el resto de la banda roquera fue realmente cálido y afectuoso. He sido recibido por santones priistas, por panistas moderados, pero ninguno de ellos vive con la sobria austeridad de nuestra buena gente de izquierda. Contra lo que opinan mis amigos Canales y algunos compañeros de trabajo, yo me siento más a gusto y más cerca de lo que me enseñó mi padre conviviendo con esta etnia de la izquierda que podrá tener a sus Bejaranos, pero que en general tiene más grandeza de miras que nuestra triste derecha. Platicamos un buen rato, estuvimos de acuerdo y en desacuerdo, pero yo sentí que hacía mucho que no hablaba realmente de México.

No me adoctrinaron, no me lavaron el cerebro. Yo sé quién soy y dejo constancia de que me encontré con unos buenos cuates cuyos ideales son admirables, aunque tantas veces sus pasiones, pero esto nos pasa a todos, terminen devorando a sus ideales.

Hablando de esto y volviendo al carismático Bejarano, su reaparición me tiene estupefacto. Tan a gusto que estábamos sin tener que ver al otrora Secretario Particular de AMLO. Pues ya ha regresado con su misma cara bobalicona, su voz muriente y pareja y su total ausencia de gracia. Lo veo en la pantalla y pienso en la nómina de los seres inútiles: no sirven para nada y no hay dónde ponerlos. Yo pensé que había ingresado a alguna orden de clausura como los Trapenses Marxistas, pero al parecer no ha sido así. La pasión de la Padierna lo ha traído de vuelta al altar de Eros donde ofician rituales salvajes. El asunto es que ya llegó, ya está aquí René Bejarano cuyas ligas tanto lo han perjudicado.

Publicado en Reforma

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