14 mar 2010

¿Qué se cuece en Ecuador?

Alberto Peláez

14-03-10

Algo se mueve en el Ecuador de Correa o, algo a Correa en el ecuador de su mandato. Con la muerte del disidente cubano, Zapata, Correa fue uno de los primeros en levantar la voz. Lo hizo de modo suave pero, por lo menos lo hizo. Dijo Correa que lamentaba la muerte de Zapata y también expuso que “en Cuba deben cambiar muchas cosas”. Es un primer paso, pequeño pero es un paso. Un paso para desmarcarse del resto de iluminados; de los Ortega, los Evo o los Castro. Es verdad que Correa persigue la estela de Chávez y compañía. Se pudo comprobar con los primeros amagos de las modificaciones constitucionales para quedarse en la silla —a todos ellos, les da por lo mismo — o los forcejeos contra la prensa que no comulga con las tesis del gobierno ecuatoriano.

Sin embargo el hecho de pronunciarse en contra de la muerta de un hombre que lo que hizo fue luchar por sus derechos y por una Cuba libre, es un síntoma.

¿Qué busca Correa? Este joven presidente que estudió en Lovaina —Bélgica— y que habla un perfecto francés, quiere renegociar un acuerdo preferencial con la Unión Europea. Las autoridades de la Unión recibieron recientemente una carta de Ecuador pidiendo volver a la mesa de negociaciones. Ecuador se había retirado de las conversaciones un año antes. Se estaban llegando a acuerdos globales en Ecuador, Colombia y Perú. Sin embargo, Ecuador se dio cuenta de que esas negociaciones no le eran favorables.

Además tampoco estaba a gusto al pactar con sendos países. Con Perú porque sigue viendo a Ecuador como la provincia que quiso tener y no pudo. Con Colombia por el allanamiento en territorio ecuatoriano por parte de las tropas colombianas en busca de terroristas de las FARC. Ocurrió hace dos años. Colombia supo que guerrilleros de las FARC se adiestraban en Ecuador, muy cerca de la frontera. El Presidente Uribe entró, limpió y se marchó. A pesar de pedir perdón, Ecuador lo interpretó como un atentado contra su soberanía. De inmediato rompieron relaciones diplomáticas con sus vecinos colombianos. Ahora, tras dos años de gestos serios y malas formas, recientemente los ministros de Exteriores, Falconi de Ecuador y Bermúdez de Colombia se reunieron en Cancún para limar asperezas.

Ecuador tiene en Europa cerca de dos millones de sus ciudadanos. De ellos, el cincuenta por ciento, vive en España. Correa sabe que su relación con Europa, particularmente con España debe ser preferencial para conseguir una negociación con la Unión que les resulte interesante. Para ello, tiene que despegarse de la iluminación de algunos líderes latinoamericanos empezando por los hermanos Castro.

Es verdad que el gobierno de Rodríguez Zapatero tiene una relación casi de hermandad, con la dictadura cubana, pero no Europa que ve en la dictadura isleña a una de las más atroces de la reciente historia mundial. Si Rafael Correa quiere aplicar todo lo que aprendió en Lovaina para conseguir réditos para su país, tendrá que empezar a desterrar de todo aquello que huela a Chávez, a los Castro y al resto de los iluminados.

Publicado en Milenio

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